Armadillidium vulgare, conocido comúnmente como “bicho bolita”, «cochinilla» o “bicho de la humedad” es un crustáceo terrestre que se encuentra a menudo en entornos ligados a la actividad humana como jardines y ambientes peridomiciliarios, presentando un mecanismo de dispersión antropófila. Es una especie originaria de la región mediterránea y presenta distribución cosmopolita en las regiones templadas y subtropicales del mundo.
Este bichito seguramente te traerá muchos recuerdos de tu infancia, muchos de nosotros los veíamos muy a menudo al jugar en patios o jardines, al levantar un ladrillo o una piedra. Son tan simpáticos y tienen la particularidad que cuando los tocas inmediatamente se hacen «bolita», de ahí si coloquial nombre. Además tienen una sorprendente cualidad para el beneficio de la salud de suelo.
Los «bichos bolita» eliminan metales pesados del suelo y protegen las aguas subterráneas
Las entrañas de estos crustáceos terrestres contienen una serie de microbios que ayudan a la criatura a alimentarse de materia orgánica muerta. Al liberar cantidades masivas de bichos bolita en un jardín maduro, uno puede estar seguro de que la materia vegetal muerta se descompone adecuadamente y se devuelve a un suelo saludable.
Estos crustáceos juegan un papel importante en el ciclo de vida saludable de las plantas. Devuelven la materia orgánica al suelo para que pueda ser digerida más por hongos, protozoos y bacterias. Este proceso produce un suministro natural de nitratos, fosfatos y otros nutrientes vitales que las plantas necesitan para prosperar ahora y en las temporadas de crecimiento futuras.
Una característica única de los «bichos bolita» es su capacidad para eliminar de forma segura los metales pesados del suelo. Por esta razón, son importantes para limpiar los contaminantes del suelo como el plomo, el cadmio y el arsénico. En los desechos del carbón y en los montones de escoria, los bichos bolita también son útiles.
Cuando ingieren metales pesados como plomo y cadmio, cristalizan estos iones en sus entrañas. Las toxinas de metales pesados se convierten en depósitos esféricos en el intestino medio. Con esta capacidad especial de limpieza, las chinches sobreviven en los sitios más contaminados donde la mayoría de las criaturas no pueden.
La magia de estos crustáceos terrestres puede restablecer un suelo saludable y evitar que los iones metálicos tóxicos se filtren al agua subterránea. Esto significa que las chinches protegen el agua de pozo para que no se contamine mientras estabilizan los suelos.
Referencias: https://www.greenlivingpdx.com/