Identificación Pulgones y sus enemigos naturales
Se conocen más de 4000 especies de pulgones en el mundo, clasificadas en 10 familias, y aunque hay una gran variabilidad entre ellos en lo que respecta a su coloración, forma, tamaño o preferencia por distintas plantas, varias características comunes permiten reconocerlos. Estos insectos de pequeño tamaño se alimentan de las plantas gracias a un característico aparato bucal de tipo picador-chupador que clavan en los vegetales para extraer su savia.
Su elevada capacidad reproductiva tiene como consecuencia un incremento muy veloz de sus poblaciones, lo que les hace potencialmente muy destructivos. Además, mientras disponen de alimento, los pulgones tienden a comportarse de manera gregaria formando colonias, lo que constituye quizás su característica más llamativa.
Es importante señalar que algunos pulgones son muy específicos: viven solamente sobre un cultivo (por ejemplo, el pulgón ceniciento del manzano, Dysaphis plantaginea), mientras que otros son más generalistas y se desarrollan sobre numerosas plantas (por ejemplo, el pulgón negro de la faba, Aphis fabae).
Los daños que causan son, tanto directos, sobre las partes aéreas de la planta, produciendo deformidades, excretando sustancias azucaradas, como indirectos; pueden ser vectores de virus fitopatógenos. Por todo ello, cabe resaltar que los pulgones son una plaga potencial de los cultivos que resultaría muy dañina si sus poblaciones no estuvieran controladas, al menos parcialmente, por sus enemigos naturales. Se habla de enemigos naturales, antagonistas, entomófagos, agentes de control biológico, fauna útil, fauna auxiliar, fauna beneficiosa,… para referirse a los agentes que se alimentan de los insectos perjudiciales para los cultivos y que son responsables, por tanto, del control biológico de esas plagas.