Cultivo del Garbanzo
El garbanzo pertenece a la familia de las leguminosas, siendo su nombre científico Cicer arietinum L., es una planta de raíces profundas, tallos vellosos y fuerte, bastante ramificados, que pueden llegar a una altura de 60 cm. Las hojas son pubescentes, compuestas y paripinnadas, con 6 a 8 folíolos aserrados tiene flores axilares solitarias. Los frutos son legumbres redondeadas con las valvas coriáceas y una o dos semillas en su interior, más o menos arrugadas, con dos grandes cotiledones y terminadas en una especie de pico.
En el mediterráneo la siembra se suele realizar en primavera, en África a principios de diciembre, en Asia durante el mes de octubre, la densidad de siembra es de 30 plantas por metro cuadrado y la recolección se debe realizar cuando las hojas se ponen amarillas y si la recolección es manual, se deben cortar las plantas por encima del nivel del suelo amontonándose después para secarlas, durante unos siete días, antes de trillarlas.
El garbanzo tolera los terrenos más variados, pero para que tenga buenas condiciones para la cocción necesita de suelos ricos en potasio, asimismo de fosforo y pobres en cal ya que este último endurece al garbanzo. La calidad del garbanzo se determina cuando los compradores realizan una serie de pruebas con el objetivo de determinar el tamaño y dureza una vez seleccionada la muestra, el tamaño se determina mediante el número de granos por onza (28.7 gramos), cochura se determina al poner a cocer un número determinado de garbanzos, de los que se determina su dureza clasificándolos en cuatro categorías podemos decir que las variables que intervienen en el análisis, hacen que los resultados sean considerado uniformes.