El trabajo agrícola es una actividad fundamental para la producción de alimentos y el desarrollo rural de muchos países. Sin embargo, el trabajador agrícola suelen enfrentar condiciones laborales precarias, bajos salarios, falta de seguridad social y riesgos para su salud y seguridad. En este artículo, se comparan los salarios del trabajador agrícola en México y algunos países de Latinoamérica, basándose en fuentes oficiales y estudios recientes.
En México, el salario mínimo general para el 2023 es de $234.51 pesos mexicanos al día para el resto del país y de $312.41 pesos para la zona libre frontera norte1. Sin embargo, este salario no refleja la realidad del trabajador agrícola, que pueden percibir ingresos inferiores o superiores dependiendo de la región, el tipo de cultivo, la temporalidad, el género y la informalidad.
Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la población ocupada en actividades agrícolas y ganaderas en el segundo trimestre de 2023 fue de 7.39 millones de personas, con un salario promedio mensual de $3,010 pesos2. Sin embargo, este promedio oculta las grandes diferencias entre las entidades federativas, las industrias y los grupos poblacionales.
Por ejemplo, los estados con los mejores salarios promedio para los trabajadores agrícolas y ganaderos fueron Jalisco ($7,510 pesos), Baja California Sur ($7,200 pesos) y Baja California ($6,500 pesos), mientras que los estados con los peores salarios fueron Guerrero ($1,290 pesos), Chiapas ($1,300 pesos) y Oaxaca ($1,400 pesos)2. Asimismo, las industrias con los mejores salarios fueron las compañías y grupos de espectáculos artísticos y culturales ($16,000 pesos), los servicios de alojamiento temporal ($14,600 pesos) y las escuelas de educación técnica superior ($13,000 pesos), mientras que las industrias con los peores salarios fueron la agricultura ($2,960 pesos), la explotación de bovinos ($3,030 pesos) y los servicios relacionados con las actividades agropecuarias y forestales ($3,050 pesos)2.
Además, se observa una brecha salarial por género, ya que las mujeres trabajadoras agrícolas y ganaderas ganaron en promedio $2,960 pesos al mes, mientras que los hombres ganaron $3,390 pesos2. Esta diferencia se debe en parte a que las mujeres suelen realizar actividades menos remuneradas o no remuneradas dentro del sector agrícola, como el cuidado de animales domésticos o familiares, la recolección de leña o agua, o la preparación de alimentos.
Otro factor que afecta el salario del trabajador agrícola es la informalidad laboral, que se define como la falta de acceso a la seguridad social o a un contrato escrito. Según el INEGI, el 88.8% de los trabajadores agrícolas y ganaderos fueron informales en el segundo trimestre de 20232. Esto implica que no cuentan con prestaciones como el seguro médico, el seguro de vida, el aguinaldo o el fondo de ahorro. Además, los trabajadores informales ganaron en promedio $2,380 pesos al mes, mientras que los formales ganaron $4,760 pesos2.
¿Cuánto gana un trabajador agrícola en Latinoamérica?
En cuanto a otros países de Latinoamérica, se puede consultar el informe “Salarios mínimos en América Latina: evolución reciente e impacto sobre pobreza e informalidad” publicado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en 2020. Según este informe, el salario mínimo promedio de un trabajador agrícola en América Latina en 2019 fue de $366 dólares estadounidenses al mes (equivalente a $7,320 pesos mexicanos al tipo de cambio actual). Sin embargo, este promedio también varía según el país y el sector económico.
Por ejemplo, los países con los salarios mínimos más altos en 2019 fueron Chile ($447 dólares), Uruguay ($435 dólares) y Costa Rica ($434 dólares), mientras que los países con los salarios mínimos más bajos fueron Nicaragua ($115 dólares), Venezuela ($3.71 dólares) y Cuba ($16.5 dólares). Asimismo, el sector agrícola fue el que tuvo los salarios mínimos más bajos en la mayoría de los países, con excepción de Argentina, Brasil, Colombia y Ecuador, donde el sector agrícola tuvo un salario mínimo superior al promedio nacional.
El informe también analiza el impacto de los salarios mínimos sobre la pobreza y la informalidad laboral en América Latina. Según el informe, el aumento de los salarios mínimos ha contribuido a reducir la pobreza y la desigualdad en la región, especialmente entre los trabajadores más vulnerables, como los jóvenes, las mujeres, los indígenas y los afrodescendientes. Sin embargo, el informe también reconoce que los salarios mínimos del trabajador agrícola no son suficientes para garantizar un nivel de vida digno para todos, ya que muchos de ellos ganan menos del salario mínimo o trabajan en condiciones de informalidad.
En conclusión, el trabajo agrícola es una actividad esencial para la seguridad alimentaria y el desarrollo rural de México y Latinoamérica, pero también es una actividad que enfrenta múltiples desafíos y desigualdades. Los salarios del trabajador agrícola dependen de diversos factores, como la región, el tipo de cultivo, la temporalidad, el género y la formalidad. Por lo tanto, se requieren políticas públicas que reconozcan la importancia del sector agrícola, que mejoren las condiciones laborales de los trabajadores agrícolas y que promuevan su inclusión social y económica.
Fuentes: