La conductividad hidráulica del suelo (CHS) es una propiedad física que expresa la facilidad con la que el agua se mueve a través de los poros del suelo. Es una medida de la permeabilidad del suelo, es decir, de su capacidad para transmitir fluidos. La CHS depende de la textura, la estructura, la materia orgánica, el contenido de agua y el grado de compactación del suelo, entre otros factores. La CHS tiene implicaciones importantes para el manejo del riego, el drenaje, la erosión, la contaminación y la conservación del suelo.
La conductividad hidráulica del suelo: concepto, factores y aplicaciones
La CHS se expresa en unidades de velocidad, como cm/h o m/d. Se puede medir en el campo o en el laboratorio, usando diferentes métodos y equipos. Algunos de los métodos más comunes son el anillo infiltrómetro, el permeámetro de carga constante, el permeámetro de carga variable y el método de la lámina acumulada. También existen funciones de pedotransferencia que estiman la CHS a partir de otras propiedades del suelo, como la densidad aparente y la textura, usando modelos matemáticos o inteligencia artificial.
La conductividad hidráulica del suelo varía según el grado de saturación del suelo. Cuando el suelo está completamente saturado de agua, se habla de conductividad hidráulica saturada (CHSs). Cuando el suelo está parcialmente saturado, se habla de conductividad hidráulica no saturada (CHSn). La CHSs es mayor que la CHSn, ya que el agua fluye más fácilmente cuando todos los poros están llenos. La CHSn depende de la curva de retención de agua del suelo, que describe la relación entre el contenido de agua y la tensión del agua en el suelo.
La CHS es un parámetro clave para el diseño y la evaluación de sistemas de riego y drenaje. El riego tiene como objetivo mantener el contenido de agua del suelo en un nivel óptimo para el crecimiento de las plantas, evitando el estrés hídrico y el exceso de agua. El drenaje tiene como objetivo eliminar el exceso de agua del suelo, evitando la salinización, la asfixia radicular y la lixiviación de nutrientes y contaminantes. La conductividad hidráulica del suelo determina la velocidad y la cantidad de agua que entra y sale del suelo, así como la distribución espacial y temporal del agua en el perfil del suelo.
La conductividad hidráulica del suelo también influye en la erosión y la contaminación del suelo. La erosión es el proceso de pérdida de suelo por la acción del agua o del viento. La erosión hídrica se produce cuando el agua escurre por la superficie del suelo, arrastrando partículas de suelo y materiales disueltos o suspendidos. La erosión eólica se produce cuando el viento levanta y transporta partículas de suelo. La CHS afecta la cantidad y la calidad del agua de escorrentía, así como la capacidad de infiltración y almacenamiento de agua del suelo.
La contaminación del suelo es el proceso de alteración de la calidad del suelo por la presencia de sustancias nocivas de origen natural o antropogénico. La contaminación puede afectar la salud de las plantas, los animales y las personas, así como el funcionamiento de los ecosistemas. La CHS determina el transporte y la transformación de los contaminantes en el suelo y el agua subterránea.
La conductividad hidráulica del suelo es, por tanto, un indicador de la calidad física del suelo y de su potencial productivo y ambiental. La CHS se puede mejorar mediante prácticas de manejo adecuadas, como la incorporación de materia orgánica, la rotación de cultivos, la labranza mínima, el control de la compactación y el uso de enmiendas. La conductividad hidráulica del suelo se debe monitorear y evaluar periódicamente, para optimizar el uso y la conservación del recurso suelo.
Referencias: