Guía de cultivo de Jatropha curcas
La jatropha o piñón mexicano es una planta oleaginosa, originaria de México y Centroamérica (Tormo, 1998; Zamarripa y Pecina, 2010). También se le conoce comúnmente como piñón y como Sikil-té por los mayas en Yucatán. Desde la época prehispánica y aun en la actualidad, las hojas y semillas de la planta son aprovechadas por sus propiedades medicinales. Los portugueses al conocer esta planta la llevaron de Centroamérica al continente africano y la India, donde su rápido crecimiento y desarrollo de hojas no comestibles la hicieron ideal para emplearse como barrera de protección contra el ganado (JUBRA, 2010).
Esta planta crece en suelos pobres y arenosos, es resistente a la sequía y la semilla posee un importante contenido de proteína (25-30%) y grasa (55-60%). El cultivo prospera desde el nivel del mar hasta los 2,500 msnm, pero conforme aumenta la altitud, decrece el contenido de aceite (Basulto et al., 2008). Se adapta a tierras de temporal usualmente sin insumos; se propaga fácilmente; crece rápido; produce semillas desde el primer año y rinde buen porcentaje de aceite apto para biodiesel (Espinosa y Riegelhaupt, 2010).
El mejor aprovechamiento del cultivo de jatropha, para la producción de aceite vegetal, se consigue sembrándolo en plantaciones con manejo intensivo. En el estudio de mercado presentado por GEXSi en 2008, indicó que a nivel mundial a pesar de que la industria basada en la jatropha aún está en una etapa muy temprana, ya se han sembrado 900, 000 ha de ésta en el mundo. Más del 85 % de estas plantaciones se encuentran en Asia, le siguen África con 120, 000 ha y Latinoamérica con 20, 000 ha. Se cultiva de esta manera en varios países entre los que destacan India y China con cien mil hectáreas sembradas en total (González et al., 2011). Más del 85 % de estas plantaciones se encuentran en Asia, le siguen África con 120, 000 ha y Latinoamérica con 20, 000 ha.