Los nutrientes en el suelo se hallan en distintas formas que varían en nivel de disponibilidad. Por ejemplo, muchos nutrientes se encuentran en la solución del suelo (inmediatamente disponibles pero en pequeñas cantidades), en forma intercambiable (rápidamente disponible en grandes cantidades), o dentro de la estructura cristalina de las arcillas (lenta a muy lentamente disponible en grandes cantidades). Para que un análisis de suelos provea información significativa para predecir requerimientos de fertilización de un cultivo, debe ser capaz de evaluar las cantidades del nutriente en aquellas categorías que estarán disponibles para el cultivo a diferentes tasas a lo largo de la estación de crecimiento.
Es mucho más fácil decir esto que hacerlo. La mayoría de los análisis de suelos son llevados a cabo con extractantes de soluciones salinas o ácidas que remueven una fracción no conocidas del nutriente en las categorías anteriormente mencionadas. Al ser esta una aproximación empírica, la extracción debe reproducirse en forma exacta en cada análisis para que tengan validez los resultados.
En esta aproximación, se asume que un simple extractante con una solución particular y en poco tiempo (5-30 minutos) puede remover una cierta cantidad de nutriente equivalente a la cantidad que absorbería un cultivo durante toda la estación de crecimiento. Desde ya que esta aproximación puede presentar potenciales problemas. Recientemente, el uso de resinas aniónicas y catiónicas que simulan más exactamente la absorción de nutrientes por las raíces ha ganado popularidad. De todas maneras, los resultados de los análisis de suelos deben dividirse en categorías que predigan la probabilidad de obtener respuesta a un nutriente en particular.
Para lograr esto se usan ensayos a campo en los cuales las respuestas a un nutriente en particular se calibran con los valores de determinaciones de muestras obtenidas inmediatamente antes de fertilizar.
¿Que es el análisis de suelos?
En un contexto general, el análisis de suelos se define como cualquier medición química o física hecha en el suelo, mientras que en forma particular, se refiere a cualquier análisis químico rápido para evaluar el nivel de nutrientes disponibles para la planta, la salinidad, y los elementos tóxicos del suelo. Bajo análisis de suelo, también se han incluido las interpretaciones, evaluaciones y recomendaciones de fertilizantes y enmiendas basadas en los resultados de análisis químicos y en otras diversas consideraciones.
¿Cuándo debo muestrear el suelo?
En el caso de cultivos anuales, tales como maíz, soja, trigo o girasol, las muestras deben ser tomadas al menos algunos meses antes de la siembra del cultivo para dejar suficiente tiempo para hacer las determinaciones, interpretar los resultados, formular las recomendaciones de fertilización, comprar los fertilizantes y/o enmiendas y finalmente aplicarlos en el lote. En rotaciones con labranzas conservacionistas, el cultivo de mayor beneficio económico debe ser tenido en cuenta. En sistemas intensivos, las muestras deben ser tomadas preferentemente una vez al año o al menos una vez cada dos años.
¿Cómo debo tomar la muestra del suelo?
En cultivos bajo labranza convencional, se debería muestrear la capa arable (10-15 cm) mientras que bajo labranzas conservacionistas es preferible muestrear la capa superficial (2-5 cm) ya que todas las aplicaciones son superficiales sin incorporación. Para representar adecuadamente un área de producción, lote o sector del lote, se deberían tomar al menos 1520 piques (submuestras) que forman una muestra única compuesta. Los piques o submuestras pueden tomarse al azar por todo el lote o en un zig-zag definido a través del lote.
Los muestreadores comerciales disponibles son preferibles, pero el corte vertical con una pala también puede ser utilizado. Las submuestras que corresponden a una muestra son mezcladas cuidadosamente sobre una superficie plana cubierta con un plástico para asegurarse de obtener una buena mezcla. Luego se esparce el suelo, se lo subdivide en 4 cuartos y se descartan dos para disminuir el volumen a analizar. Preferiblemente la muestra debería ser secada al aire, particularmente si es probable que pase un extenso período hasta enviarla a laboratorio. Debe tenerse mucho cuidado de no contaminar la muestra. Es recomendable que para que resulte un buen análisis de suelos nunca deben usarse bolsas viejas o previamente usadas.
Fuente: ipni.net