Guía técnica del cultivo de Kiwi
El kiwi es un frutal originario del Sureste de Asia, es uno de los frutales que ha mostrado un alto auge en los últimos años, debido esencialmente a su rentabilidad. Es caracterizado por ser una planta trepadora de hojas caduca, dioica. La planta cuenta con una raíz carnosa, muy ramificada, susceptible a deshidratación, asfixia y pudriciones, la raíz se desarrolla de forma superficial cuando son suelos arcillosos, profundizados en suelos livianos.
La planta puede alcanzar una altura de 1 a 2 mts, esto depende según la altura del sistema de conducción, puede alcanzar un diámetro en el tronco de 20 cm a los 30 años. Es recomendable que en los primeros años debe ser amarrado a un tutor cada 20 cm. Además tiene hojas grandes, gruesas en forma acorazonada con bordes dentados y están cubiertas por una fina vellosidad de un color verde fuerte en el lado superior y más opaco en la inferior. Esta planta resiste muy pocas veces a la perdida de agua en días calurosos y secos. Esta planta exige condiciones climáticas especialmente temperaturas, humedad, viento, factores principales para su desarrollo. El kiwi necesita de 240 a 260 días para su crecimiento, libre de heladas.
El cultivo de Kiwi se adapta a suelo fértiles de textura media, profundos, bien drenados, sin estratificaciones ni compactaciones, con PH 5.8 a 7.2 y bajo en sales. Además de ser una planta susceptible a la pudrición de la corona y la raíz, por lo que las aguas estancadas y los suelos sobresaturados son perjudiciales, causando la muerte en muchas plantas. El cultivo de kiwi no prosperara en suelos arcillosos, a menos que se le proporción un sistema de drenaje. Asimismo el kiwi es sensible al calcio y carbonatos en el suelo, un PH más de 7.3, tiene consecuencias a problemas nutricionales.
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