Plan de Manejo del cultivo de Cebolla
La cebolla (Allium cepa L.) pertenece a la familia de las Alliaceas, dentro de la cual, se encuentra el ajo y otras hortalizas de menor importancia en nuestro país como el cebollino, el puerro y el chive; además de algunas ornamentales como el ajillo. La cebolla es originaria de las regiones secas de Asia y tanto la anatomía como la fisiología de la planta indican con claridad que este cultivo se desarrolla bien en condiciones de baja humedad relativa, alta insolación y bajo suministro de agua. Esta especie es bianual.
Su primera fase es la vegetativa, que inicia con la germinación de la semilla y finaliza con la formación del bulbo, que es el órgano de la planta conformado por túnicas, escamas, un tallo verdadero y yemas, las cuales pueden entrar en dormancia o receso. La segunda fase es la reproductiva donde la planta produce tallos florales y semillas.
El sistema radical está compuesto de raíces blancas y simples. La raíz primaria que se inicia al germinar la semilla muere pronto. A partir de ahí, se desarrollan raíces adventicias que nacen de adentro hacia afuera en un disco basal, conforme se desarrolla la planta. Encima del tallo, que es un disco caulinar, crecen las hojas que son de color verde claro o verde oscuro.
Las hojas tienen dos partes claramente diferenciadas: una basal formada por las ”vainas foliares” engrosadas como consecuencia de la acumulación de reservas, y otra terminal, formada por el “filodio”, que es la parte verde y fotosintéticamente activa de la planta. Las hojas nacen siempre en el centro de la planta disponiéndose de forma alterna. Las hojas más viejas se encuentran en la parte exterior y las más jóvenes en el centro.
El bulbo está compuesto por hojas que se engrosaron en la base y se conocen como catafilas. Las hojas exteriores se secan y forman túnicas, las cuales protegen al bulbo parcialmente contra enfermedades, quemaduras de sol y de las heridas por golpes en el transporte. El inicio de la formación del bulbo está influenciado por el fotoperiodo, que es el número de horas de luz por día que recibe aunque existen otros factores, tales como la nutrición mineral, las temperaturas y los daños severos al follaje que también modifican el efecto del fotoperiodo.
En tanto, la temperatura óptima para el desarrollo del cultivo es alrededor de los 14 ºC, con temperaturas máximas de 30 ºC y mínimas de 7 ºC. Se debe resaltar que las temperaturas altas aceleran la formación del bulbo y las temperaturas bajas lo retardan. El cultivo de cebolla se produce tanto en suelos arcillosos como en francos, preferiblemente con el pH entre 6,0 y 6,5.
Se ha observado que la siembra en suelos muy pesados, arcillas llamadas barro de olla,
induce la formación de bulbos deformes, lo que tiene repercusión en su rendimiento
Las variedades de cebolla se clasifican en tres grupos, según el fotoperiodo:
- De día largo: más de 15 horas luz.
- De día intermedio: entre 13 y 14 horas.
- De día corto: menor a 12 horas
A continuación descarga gratis el manual de recomendaciones técnicas del cultivo de cebolla