Manual de manejo integrado de la fertilización
Aplicar nutrientes en forma balanceada y precisa es un requerimiento para el desarrollo sustentable de la agricultura que produce alimentos con el propósito de alcanzar la seguridad alimentaria. La nutrición específica del suelo y de los cultivos incrementa la productividad agrícola asegurando una máxima captación de nutrientes por las plantas y por lo tanto reduciendo las pérdidas en la fertilización, entre los que se incluyen emisiones de óxido nitroso y de otros gases de efecto invernadero.
Las plantas, para su crecimiento saludable y productivo, requieren diecisiete elementos esenciales: carbono (C), hidrógeno (H), oxigeno (O), nitrógeno (N), fósforo (P), potasio (K), azufre (S), magnesio (Mg), calcio (Ca), hierro (Fe), manganeso (Mn), zinc (Zn), cobre (Cu), boro (B), molibdeno (Mo), cloro (Cl) y níquel (Ni). Además, otros elementos tales como sodio (Na), cobalto (Co) y silicio (Si), también son esenciales para el crecimiento de algunas especies.
Carbono, H y O son obtenidos desde la atmósfera y el agua. El resto de los elementos, según sus concentraciones medias en las plantas, pueden dividirse en tres grupos: macronutrientes primarios (N, P y K), macronutrientes secundarios (S, Mg y Ca) y micronutrientes (Fe, Mn, Zn, Cu, B, Mo, Cl y Ni).
Si la disponibilidad de un elemento esencial para la nutrición de las plantas se encuentra en cantidad insuficiente, el crecimiento de estas plantas es limitado y así lo son tanto los rendimientos como la calidad de los productos cosechados. El crecimiento de las plantas es limitado por el elemento esencial que se encuentra en menor cantidad por debajo del nivel
óptimo de disponibilidad (ley del mínimo Liebig, Fig.1)
Principales fuentes de nutrientes
Los nutrientes pueden provenir de varias fuentes tales como:
- La meteorización de rocas es un proceso lento de liberación de pequeñas cantidades de nutrientes, insuficiente para sostener rendimientos medios o altos en el tiempo.
- Aplicaciones anteriores de nutrientes que no han sido captados por los cultivos previos que pueden tanto perderse al ambiente o ser almacenados en los suelos y quedar potencialmente disponibles para cultivos siguientes. Algunos elementos como N y S pueden presentar importantes pérdidas en el año de aplicación, principalmente en condiciones de alta humedad. Nutrientes como P y K permanecen en los suelos por periodos prolongados, generalmente años, dependiendo del tipo de suelo, frecuencia de fertilización e intensidad de lluvias y prácticas de manejo.
- La deposición atmosférica, principalmente de N y de S, puede ser un aporte significativo en algunas áreas. En respuesta a regulaciones de reducción de las emisiones de S para prevenir lluvias ácidas, los aportes de este elemento han disminuido y el S ha incrementado su limitación para la normal producción de las plantas.
- Aportes desde el agua de riego conteniendo algunos nutrientes esenciales para los cultivos.
- Los residuos de cultivos, tales como hojas, tallos y raíces cuando quedan sobre o en el suelo liberan los nutrientes que contienen (Tabla 1). Estos residuos son mayormente ricos en K. Sin embargo, al quemarse o utilizarse como alimentos sus aportes disminuyen. Los residuos de los cultivos varían ampliamente en los contenidos y las cantidades de nutrientes disponibles para las plantas que son liberados durante un tiempo pueden ser estimados principalmente a partir de información local.
- El estiércol animal es una fuente valiosa de fertilización de nutrientes cuya composición varía ampliamente según fuentes (Tabla 1) y prácticas de manejo. Cuando la calidad de la alimentación es pobre, el estiércol contiene pocos nutrientes.
- Los residuos orgánicos descompuestos (compostaje) pueden ser agregados a los suelos para aportar nutrientes y contribuir a su acondicionamiento. La calidad de los compostajes puede variar según los materiales y procesos utilizados (Tabla 1).
- Los residuos biológicos urbanos (biosólidos) provenientes de aguas de tratamiento domiciliario puede ser reciclados y aportar importantes nutrientes para las plantas. Las cantidades de nutrientes en los biosólidos, dependiendo de sus orígenes, procesos de tratamiento, almacenamiento y distribución, varían en cantidad y formas. Es conveniente el análisis regular de sus contenidos en nutrientes y de posibles contaminantes.
- La fijación biológica de N (FBN) es la conversión del N atmosférico inerte (N2) en formas de N que las plantas pueden utilizar. La FBN se encuentra en numerosas combinaciones de cultivos y bacterias. Es mayor en sistemas simbióticos desarrollados entre leguminosas (ej. soja, arveja, poroto, alfalfa, maní, etc.) y rizobios. Los aportes anuales por FBN reportados varían entre 20 y 400 kg de N/ha dependiendo de las especies de plantas, duración de la estación de crecimiento y condiciones climáticas.
- Fertilizantes elaborados por la industria de fertilizantes y se emplean para la producción agropecuaria aportando uno o más elementos esenciales disponibles para las plantas. Los fertilizantes que contienen solamente un nutriente son denominados fertilizantes “simples”, mientras que los fertilizantes con aportes de múltiples nutrientes pueden ser tanto complejos (todos los nutrientes en mismo granulo o solución) o mezclas físicas (mezcla de distintos productos). Cada producto fertilizante tiene sus propios beneficios y desventajas que dependen de condiciones agroecológicas y económicas locales o específicas.
Manejo eficiente de la fertilización de cultivos
En este manual de buenas prácticas de manejo de fertilización se busca abundar sobre las pautas el manejo integrado en la fertilización de cultivos como una tecnología indispensable para alcanzar tal fin. Siempre, con un horizonte claro, el del logro de una producción rentable y sustentable, a través de la promoción de una adecuada reposición de nutrientes y la preservación del recurso suelo.