La fertilización es una práctica insustituible en la actividad agraria, consistente en reponer al suelo aquellos nutrientes que se van agotando por la propia extracción de los cultivos. Los fertilizantes representan uno de los principales insumos de la producción agraria, por lo que el uso eficiente constituye una importante fuente de ahorro y de reducción de los impactos medioambientales.
Así, una fertilización excesiva, no ajustada a las necesidades reales del cultivo, ya sea por cantidad, tipo de abono o época de aplicación, puede provocar problemas por lixiviación de nitratos, eutrofización de aguas y emisiones de gases de efecto invernadero, además de un gasto innecesario que no repercute en un incremento equivalente de la producción. Del mismo modo, una fertilización insuficiente acarrea no sólo una reducción en el rendimiento del cultivo sino también una pérdida de la fertilidad del suelo.
Manual para la fertilización racional de los cultivos
Se puede resumir que, aunque se llevan siglos investigando cómo se nutren las plantas, sólo se lleva unos 150 años aplicando fertilizantes químicos a los cultivos. Los fertilizantes tienen un papel fundamental en la producción de alimentos, piensos, fibras y energía. Decir que “los fertilizantes alimentan al mundo”, como ha dicho IFA (International Fertilizer Association), parece una exageración, pero no lo es tanto, ya que el suelo, por si mismo, no es capaz de abastecer las necesidades nutritivas de los cultivos y sólo es posible hacerlo en su totalidad gracias a los abonos.
Los fertilizantes permiten restituir a los suelos los elementos nutritivos que las plantas extraen, o que los suelos pierden por lavado, retrogradación y erosión, poniendo a disposición de los cultivos los nutrientes que precisan en cada momento. Dicho de otro modo, el agricultor con los fertilizantes mantiene llena la despensa de nutrientes, que en parte, es el suelo.

La fertilización racional debe conjugar la utilización de fertilizantes orgánicos y minerales, que se complementan. Los orgánicos, aunque también aportan nutrientes actúan, sobre todo, mejorando las propiedades físico químicas de los suelos y su actividad biológica, y los minerales, en cambio, aportan la mayor parte de los nutrientes que la planta precisa. Los abonos minerales permiten producir plantas sanas y vigorosas, que en parte después se incorporan al suelo, manteniendo e incluso elevando su contenido en humus.
La siguiente guía técnica es una gran herramienta, que a manera de referencia, nos ayudará en la toma de decisiones para efectuar de una manera equilibrada y racional una de las actividades de mayor importancia en la producción agrícola: la fertilización
9 comentarios
Muchas gracias por compartir su informacion saludoa
Que fertilizante puedo usar para favorecer la floración en limón persa, gracias.
Excelente libro. Gracias por compoartir.
Gracias por la informacion.
Gracias por la información
Muchas gracias,muy bueno para mi mismo trabajo
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Hola que tal gracias por compartir la información, me gustaría si pudieran compartir algo de información sobre el cultivo y fertilizantes para arándanos, gracias de antemano, saludos.
Gracias por la información, me parece muy útil.-
Yo nececito fertilizantes orgánicos para Aguacates