Las feromonas son moléculas orgánicas producidas por los animales y recibidas por un segundo individuo de la misma especie, en el cual se produce una reacción de respuesta —como por ejemplo un cambio en el comportamiento— o en el proceso de desarrollo. Son biológicamente activas en cantidades muy pequeñas (tan bajas como 10-14 mg); pueden estar formadas por un solo compuesto o, más comúnmente, por una mezcla de compuestos, los cuales presentan un peso molecular bajo (80 a 300 gmol-1). Las feromonas están formadas por acetatos, aldehídos, alcoholes, ketonas, terpenoides y otros, dependiendo de la especie y el tipo de feromona.
Las feromonas como herramientas en el manejo de plagas
Las feromonas sexuales constituyen los compuestos más estudiados y los que presentan mayor potencial de uso. Se han utilizado para manipular el comportamiento de los insectos por medio de la detección y el monitoreo de poblaciones endémicas donde se registra la distribución y la abundancia relativa de una plaga, así como la actividad estacional de la misma; para confundir durante el apareamiento; reducir las poblaciones de insectos por medio del trampeo masivo y apoyar la toma de decisiones para determinar el momento oportuno de aplicar otros métodos de muestreo o de control. El uso de las feromonas en el campo está asociado al uso de una trampa (estructura para retener a los insectos) y un dispositivo (liberación de la feromona).
Características de las trampas
La eficacia de una trampa en la captura de adultos se ve afectada por una serie de factores, como el tipo de trampa, el color, el tamaño, la altura sobre el suelo a la cual fue colocada y el número y posición de las trampas en un sitio. La selección de una trampa está ligada al conocimiento del comportamiento del insecto con relación al olor de la feromona y a su hospedante. Entre las trampas de mayor uso en el mercado están las impregnadas con goma, que presentan diversos diseños y tamaños según la especie de insecto para la cual fueron diseñadas. Entre estas están la alada, la Delta, la Lindgren (para el trampeo de escolítidos), la de cabos de tubo, la Nadel, la McPhail, la de balde y otras. Existe además una serie de modelos caseros fabricados a partir de botellas o galones plásticos, que además de proporcionar buenos resultados en la captura de insectos, abaratan los costos. Cabe resaltar que todas estas trampas requieren de un dispositivo con la feromona. A aquellas trampas que no son impregnadas de goma se les adiciona (en el recipiente inferior) agua con detergente, aceite o insecticida, para eliminar los insectos capturados.
Dispositivos
La liberación controlada del agente biológico activo es una de las etapas de mayor cuidado, que influye en el éxito del desarrollo de la feromona, ya que se requiere de un reservorio de la sustancia activa que sea liberada en ciertas cantidades y concentraciones. La liberación gradual o controlada se realiza con la ayuda de polímeros de diferente tipo llamados dispositivos. La base de estos dispositivos de liberación controlada está íntimamente relacionada con los principios farmacéuticos, donde se debe regular la cantidad y velocidad de liberación del compuesto “medicina” al organismo. En el mercado se realizan constantes investigaciones que permiten desarrollar dispositivos eficientes, de bajo costo y fácil aplicación (Trimble et al. 2004). Entre los diferentes dispositivos están:
- Las estructuras laminadas, que consisten de dos y generalmente tres películas de polímero adheridas.
- Tapones de corcho o plástico, filtros de algodón.
- Tableta o cápsula, que contiene el ingrediente activo y una sustancia osmótica (generalmente NaCl) en el interior y está rodeada de una membrana semipermeable con un orificio. Cuando la tableta está en un ambiente húmedo, la presión osmótica del NaCl dentro de ella absorbe agua a través de la membrana, creando una solución acuosa interna. Debido a que la membrana no es extensible, la solución saturada es sacada de la cápsula conforme más agua se absorbe.
- Hojuelas.
Ventajas y desventajas del uso de feromonas
El uso de las feromonas en un programa de control de plagas proporciona ciertas ventajas, como son su bajo costo, facilidad de uso, fácil transporte, alta sensibilidad (muy efectiva con densidades poblacionales bajas) y protección del ambiente (Cuadro 2). Sin embargo, su efectividad en el campo se ve afectada por el tipo de trampa utilizada, el diseño del dispensador (velocidad de liberación de la feromona), la ubicación de la trampa, el número de trampas por área y las condiciones climáticas. En el caso de las trampas con goma, el polvo, basuras del ambiente y frecuencia de cambio de la trampa pueden afectar las capturas.
Fuente: Blanco M., H. 2004. Las feromonas y sus usos en el manejo integrado de plagas. Manejo Integrado de Plagas y Agroecología (Costa Rica) No. 71 p.112-118