El suelo es la capa externa de la Tierra, en la cual crecen las plantas y los árboles. Nosotros usamos muchas palabras diferentes para referirnos a este: tierra, suelo, polvo, lodo, piso; pero, ¿Cuál es la diferencia? ¿Cuál es el suelo ideal en agricultura? Revisemos estos diferentes términos.
- Tierra: una palabra general para referirse al suelo, así como un nombre común para nuestro planeta como un todo. ‘Tierra’ con ‘T’ mayúscula se refiere a nuestro planeta, mientras que ‘tierra’ con ‘t’ minúscula se refiere al suelo.
- Suelo: la capa superior de la superficie de la Tierra donde las plantas tienen sus raíces. El tipo y la calidad del suelo varían de lugar a lugar.
- Polvo: tierra suelta o desplazada.
- Lodo: una mezcla líquida o semilíquida de tierra y agua.
- Piso: la superficie sólida en la cual caminas, esta puede estar hecha de tierra, pero también de roca, arena o un material elaborado por el hombre.
¿Cómo debe ser el suelo ideal?
Basándonos en la literatura de agronomía, el promedio de los suelos para un buen crecimiento de una planta sea hortaliza o frutal esta compuesto por 20%-30% aire, 20%-30% agua, 45% minerales, 5% materia orgánica Fig. 1; esto seria el suelo ideal.
Todos estos valores pueden variar en los suelos por diversas situaciones: por textura de suelo, por la mezcla de distintos suelos, por compactación del suelo, por el adicionamiento de materia orgánica, entre otros. El suelo puede alcanzar puntos de saturación de agua donde elimine por completo la presencia del aire, eliminando así la presencia del oxigeno, afectando directamente en la eficiencia y la producción de la planta y el producto.
50% es la humedad volumétrica de retención máxima que puede retener un suelo, esto es equivalente al espacio que debe ocupar el agua más el espacio que debe ocupar el aire en el suelo, esta humedad de 50% solo la alcanza un suelo arcilloso en punto de saturación, eliminando por completo la presencia de aire (oxigeno) en el suelo.
Si representamos en una gráfica el volumen de retención de humedad volumétrica de las texturas del suelo más representativas Fig. 2, se tiene el siguiente resultado:
De la gráfica anterior, se puede desglosar los porcentajes de humedad volumétrica que corresponden para cada textura de suelo, los cuales se representan en la siguiente figura Fig. 3.
Estos valores aquí presentes no son constantes, es decir, pueden oscilar por diversas situaciones específicas del suelo en especifico: por compactación, por presencia de materia orgánica, por sedimentos de materiales solidos, por altitud del terreno, por densidad aparente del suelo, por presencia de piedras, entre otros. Estos valores son representativos en forma general de las texturas que aquí se muestran más no son definitivos, es decir, un suelo arenoso en una región determinada no tiene la misma capacidad de retención de humedad que un suelo arenoso en otra región determinada, sin importar la distancia entre ellos, cada suelo es único y por lo tanto su riego debe ser diseñado específicamente para ese suelo
Fuente: octet.com.mx