De acuerdo con Harris (1974) y Schwarz (1975), este sistema de cultivo hidropónico comprende todos aquellos métodos en los que las plantas crecen en un sustrato con propiedades de retención de humedad (arena, perlita, ve rmiculita, aserrín, etc.
En este capítulo se discuten los diferentes métodos con el nombre genérico de cultivo en agregado y sólo se particulariza en aquellos casos en que existen diferencias metodológicas o económicas de importancia. Cabe aclarar que el nombre de cultivo en agregado es convencional y que sólo tiene por objeto simplificar el estudio de los métodos hidropónicos que utilizan sustratos absorbentes (algunos autores hablan específicamente de cultivo en arena, cultivo en vermiculita, etc.).
El cultivo en agregado es el sistema más simple de cultivo hidropónico. Las raíces se desarrollan y crecen en un medio inerte, generalmente con partículas de tamaño pequeño y capacidad de retención de humedad.
El sustrato en el que las raíces crecen debe ser lo suficientemente fino para mantener un adecuado nivel de humedad; pero a la vez no tan fino que interfiera con una eficiente aireación. La circulación del aire tiene lugar a través de las partículas del agregado en forma semejante al suelo.
Problemas técnicos
Generalmente los problemas técnicos relativos al cultivo en agregado son más fáciles de resolver que aquellos relativos al cultivo en solución o al cultivo en grava. Las características físicas difieren notablemente del cultivo en solución, teniendo cierta similitud a las de cultivo en grava.
A continuación se discuten brevemente los principales problemas técnicos del cultivo en agregado:
Características nutricionales
Acidez de la solución: Bajo condiciones experimentales y en la práctica comercial se ha observado un crecimiento adecuado de las plantas en agregados (principalmente arena) irrigados con soluciones que oscilan desde muy ácidas hasta ligeramente alcalinas. Sin embargo, la mejor producción pera la mayoría de los cultivos se sitúa bajo condiciones de pH que van desde mediana hasta ligeramente ácidas. Sí el agregado no es exageradamente ácido o alcalino y si la solución está bien balanceada la acidez permanecerá dentro de los límites correctos durante un período de tiempo relativamente largo. En cualquier caso el pH se puede ajustar añadiendo a una solución alcalina, ácido sulfúrico diluido o ácido fosfórico. Si se da el caso de tener una solución muy ácida se puede corregir añadiendo un poco de hidróxido de potasio o una sustancia con propiedades similares.
Nivel de fosfatos: Las plantas que crecen en arena y posiblemente en perlita toleran altos niveles de fosfato en la solución nutritiva, en comparación a los sistemas de cultivo en agua y en grava. Esto se debe a que en la arena el exceso de fosfatos se precipita en forma de compuestos insolubles. Sin embargo, no hay ninguna razón para mantener un nivel mayor a los cinco milimoles. Es posible tratar a la arena con una solución concentrada de fosfatos antes de plantar, y luego omitir aplicaciones subsecuentes de este radical durante una buena parte o la totalidad del ciclo de vida del cultivo.
Nivel de fierro: Generalmente, el mantener un abastecimiento correcto de este elemento en este sistema de cultivo no ofrece ningún problema. La adición de 1 a 5 ppm a la solución nutritiva parece ser suficiente.
Ellis y Swaney (1963), mencionan que se puede añadir fierro en forma de magnetita a la arena antes de sembrar las plantas (1 al 10% del volumen de magnetita).
Características físicas: los problemas relativos a las características físicas comprenden principalmente: tipo de agregado, aireación, drenaje, aplicaciones de la solución, lavados y lluvia.
Tipo de agregados: Los sustratos que más comúnmente se usan en el cultivo en agregado son: arena, perlita, vermiculita y aserrín.